El Alcoholismo

El alcoholismo en una enfermidad

domingo, 6 de marzo de 2011

Los efectos crónicos del alcohólismo

* Síndrome de dependencia al alcohol, o alcoholismo.
* Trastornos mentales y neurológicos.
* Problemas cardíacos.
* Gastritis, úlceras, hepatitis, pancreatitis, cirrosis hepática.
* Impotencia e infertilidad.
* Abortos, partos prematuros, síndrome fetal alcohólico.
* Desintegración familiar.
* Relaciones interpersonales dañinas.
* Mayor riesgo de consumo de drogas.
* Empobrecimiento y pérdida de oportunidades de desarrollo.

Borrachera e Intoxicación

La intoxicación alcohólica, o borrachera, se produce por la acumulación de alcohol en la sangre, pero existen variaciones en las cantidades que producen ese estado: aun en una misma persona, la misma cantidad de alcohol en ocasiones puede provocar intoxicación y en otras no.

Se han mencionado antes una serie de factores que pueden afectar los niveles de alcohol en la sangre y sus efectos en la conducta. Un signo inequívoco de intoxicación, entre otros, es la pérdida o disminución del juicio crítico. Algunas personas se vuelven más torpes en su manera de hablar y moverse, otros se quedan pasivos y pueden llegar a dormirse donde estén, mientras que en otros aparecen conductas que normalmente no se exhibirían.

La conducta despreocupada, a veces infantil y necia del borracho, puede ser un peligro: no es capaz de planear, coordinar o reaccionar como cuando está sobrio.

Una borrachera puede producir daños irreversibles: accidentes automovilísticos, caídas; daños físicos o psicológicos a otros; relaciones sexuales promiscuas y sin protección, ofender y hacer el ridículo.

La intoxicación es uno de los principales problemas que se observan entre adolescentes y jóvenes. Una sola borrachera puede exponer a un joven a expulsión escolar, embarazo no planeado, enfermedades de transmisión sexual, riñas y accidentes.

Los efectos de una intoxicación sólo desaparecen una vez que todo el alcohol ha sido eliminado del organismo, y la única forma de lograrlo es suspender el consumo y dejar pasar el tiempo. Se calcula que entre las 24 y 48 horas posteriores ya no queda rastro de alcohol en sangre. Sin embargo, hay otros efectos negativos que persisten: después de una intoxicación frecuentemente se presenta la “resaca”, o síndrome de abstinencia.

Al interrumpirse el consumo, sea porque el bebedor ya está muy intoxicado y no puede seguir bebiendo más, o porque se durmió, o ya no hay más bebidas que consumir, aparecen a las pocas horas los diversos y desagradables signos y síntomas que caracterizan al síndrome de abstinencia, o “resaca”: deshidratación, temblor, náusea, vómito, sudor, nerviosismo, angustia, insomnio, miedo.

Después de una intoxicación también pueden llegar a presentarse las “lagunas mentales”, posteriores a una intoxicación, al perder el bebedor parcial o totalmente la memoria sobre lo que hizo durante el tiempo en el que bebió.

Aunque principalmente es a los jóvenes quienes se les es difícil pensar en el futuro y su percepción del tiempo está centrada en lo inmediato, es importante que se conozcan los efectos crónicos, del consumo excesivo de alcohol, entre los que se encuentran los siguientes:

1 comentario:

  1. Que bueno este trabajo es nuy interesante , tambien te derea esta tema es muy complicado en muestra pais ........

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